Los animales de compañía en el divorcio

EN UN DIVORCIO, ¿QUIÉN SE QUEDA CON EL PERRO? ¿TIENE DERECHO TU EX A UN RÉGIMEN DE VISITAS?

Recientemente, se ha introducido en el Congreso de los Diputados una Proposición de Ley para que los animales de compañía ó mascotas dejen de ser jurídicamente “bienes muebles” ó cosas, y pasen a ser considerados “seres vivos dotados de sensibilidad”.

Hasta ahora, tanto en el Código Civil, como en los distintos ordenamientos forales, se tiene al animal como una cosa, susceptible de ser adjudicada a uno de los miembros de la pareja, como si fueran un vehículo ó un televisor.

Con esta nueva propuesta, el artículo 333 de la citada norma, quedaría totalmente desconocido: donde hoy se afirma que "todas las cosas que son o pueden ser objeto de apropiación se consideran como bienes muebles o inmuebles" se dirá que "los animales son seres vivos dotados de sensibilidad", que el propietario de un animal "puede disfrutar y disponer de él respetando su cualidad de ser dotado de sensibilidad, asegurando su bienestar conforme a las características de cada especie" y que los dueños de una mascota podrán ser indemnizados si un tercero le causa daños graves o la muerte.

En otros países, como Austria, Alemania, Suiza ó Portugal, ya contemplan la categoría de ser vivo a los animales de compañía. Con esta propuesta, además se pretende homogeneizar la legislación española, cuyo Código Penal ya distingue, desde 2003, entre daños a animales domésticos y a cosas.

Con esta novedad, en los procesos de divorcio, el animal dejará de ser un ser inanimado del cual se apropia uno de los miembros de la pareja, a forjarse como un “ser dotado de sensibilidad” para el cual podrá plantearse un régimen de visitas.

Así las cosas, la autoridad judicial competente en cualquier proceso de separación con mascotas de por medio podría confiar el cuidado de las mismas a uno o ambos cónyuges atendiendo "al interés de los miembros de la familia y al bienestar del animal".